miércoles, 23 de julio de 2008

Recuerdos de una Tierra Remota

Hasta en la ceniza quizás, se logre hallar una mueca de conciencia
si tan solo ésta fuese como la creencia prejuciosa,
realmente algunos la poseerían, sin embargo ésta mora en sus almas
y nutre a quien esta listo y en condiciones de aceptarla,
no aquel que ostenta con el atisbo del santo suspiro,
pues en cuanto abandona su balance por nuevas costas,
aquellas a las cuales su ego dirige, este agradable suspiro ya no mora
sino migra, y solo queda una pintura en los muros,
retratos de lo que fueron alguna vez sus dioses,
y el vacío incierto resuena en una carcaza que danza
revoloteando en su cobardía, y creen que a veces agustiado,
o tal vez realmente, del todo inconciente?

domingo, 16 de diciembre de 2007

A todo aquel alma que esté en El Centro.

Los Sectores Elementales se encargan de brindarle a las almas las cualidades elementales olvidadas durante su estadía en los Campos de la Destrucción, y es por ésta razón que los pisos se presentan en la forma adecuada para cada una de ellas. Así por ejemplo un alma sumisa será recibida en un Sector del Fuego con la función de enaltecer su ego, recobrar su confianza y regenerar su fuerza motriz.
Indudablemente una situación que cumpla tal cometido debe ser especial, pero es el estado de conciencia que se alcanza al estar en El Centro lo que facilita el proceso.
Los Sectores Temporales comprenden la verdadera lección al alma particular, completa, ya habiendo sido divinificada, para romper la dualidad obtenida de los Campos de la Creación, y luego pasar a los Jardines de Lyranos. Allí finalmente se recostará en una cama de Lyrios, y dejará de ser y dejará de no ser para fundirse a la eternidad.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Sobre las tierras de Lyranos

Todos conocemos las tierras de Lyranos (aunque no todos nos acordemos). Intentaré comunicarles mi humilde y breve noción de sus aspectos y las instituciones que lo componen para quién haya perdido todo recuerdo, o bien para aquel que guste de una simple y reminiscente lectura.

Para que me sea más simple partiré del ''Centro'', que no refiere al sentido de ubicación. La eternidad no posee centro; está en continua expansión y contracción irregular, por lo que para medirlo deberíamos utilizar el tiempo, y por ende no estaríamos refiriendonos a la eternidad.

El Centro es una construcción (aunque jamás fue contruida) dividida en 7 sectores. Fuera de él, se extienden innumerables campos cubiertos de una flor (o así parece) llamada Lyrio. Si uno sube al punto más elevado del Centro puede contemplar como los campos se extienden a partir de él en 2 direcciónes. Hacia una (y ésta puede tambíen ser la otra) se extiende toda la sabiduría de la Destrucción, y hacia la otra (que también puede ser la ya mencionada) se puede avistar todo el juego de la Creación, junto a su incoherencia.

El aspecto, el aroma, la suavidad, y todo cuanto pueda atribuírsele al Lyrio es capaz de causar el mayor éxtasis (depende del campo en que se encuentre, será de placer o será de agonía, en fin ambas alcanzan la misma vibración) en el ser cuyos sentidos entren en contacto con uno, ya que su materia etérea es absolutamente sensible (o moldeable) a los méritos personales.

La estructura del Centro en muy parecida a la de una catedral, aunque no tan concisa. Sus paredes (y a partir de ellas todo su interior) carecen de dimensiones.

Algunos han dicho que lo precede un portal. Yo sinceramente no lo he visto, pero de todas formas no cumpliría objetivo alguno ya que no se entra o se sale del Centro, sino que se está o no se está.

En lo que respecta a los 7 sectores, éstos ocupan 1 piso cada uno. Los primeros 4 son los Sectores elementales, los últimos 3 son los Sectores Temporales. Cualquiera que esté en el Centro, recorrerá cada uno de los pisos hasta pasarlos todos, y llegar a los Jardines de Lyranos.

Los sectores elementales se le presentarán al individuo en el orden adecuado para sí. No así los sectores temporales que tienen un orden concreto e inalterable.

En cada sector se manifestarán vivencias, las cuales también son relativas a la persona, y al final de éstas se entrará al Recinto, donde se encuentra, ya sea el Maestro Elemental, o el Señor Temporal, quienes admitirán, o no, el ascenso.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Balbuceos de un Ignorante

Señores señores, yo Recuerdo! -a la multitud gritó el mendigo- cuando en la plaza principal aún los Lyrios florecían. El aliento del Señor aún recorría las calles, y uno podía degustar sonrisas que sabían a cordura en el porte de un viajero.
Por aquel entonces lo que ustedes llaman ciencia eran meras patrañas frente a su saber de lo real y lo irreal, sin parametro alguno que lo limitase. Y fue su juicio tildado de insano por aquel que escuchaba y simplemente por amor a su ego, lo ''desmentía'' con puras idioteces. Terminaron por colgarlo, justo en esé lugar,- y mientras gritaba señalaba un poco más allá de la nada- y ni aún así sus mentes comprendieron, sus corazones percibieron, ni siquiera sus almas titubearon. Pero lágrimas sí derramaron, y demasiadas al romper el justo balance.-

Y tras terminar con el excentrico discurso, unas niñas que pasaban junto a su madre de la mano se acongojaron, pero más allá de aquel que es ilustre y laborioso estas palabras, estos balbuceos del ignorante, no llegaron. Sus mentes debían obligadamente autoconsumirse en el perpetuo bloqueo de la escencia. Sin embargo alguno seres de luz aplaudieron a un alma terrenal tan evolucionada, y otros sonoros derramaron espasmos cromaticos sobre los campos de Lyranos.